Fargo
2 es una vergüenza para el ser humano: presenta en el nativo americano Hanzee Dent (Zahn Mc Clarnon), a un
sicópata asesino, resentido con el mundo Occidental. Más grave aún, Peggy Blumquist (Kirsten Dunst) no solo
está más loca que un trolebús, es estúpida y frívola, y por donde pasa va
destruyendo mundos. Haber disfrutado tanto esta, en apariencia, brillante obra
de arte me hace sentir mitad conquistador furibundo, asesino de bebés aztecas y
portador de viruelas, y mitad chofer de microbús de la ruta Texcoco-Neza y
circunvecinas, poco más que violador y asesino de mujeres. Llamo a todas las
mentes de avanzada de nuestro teatro a boicotear esta basura intelectualoide
que repite patrones heteronormativos y patriarcales. Si te ves tentado a
echarte esta serie, acaso tentado por su paleta preciosista en duotono, sus chula
ambientación en los setenta, la genial onda de Mike Milligan (Bokeem Woodbine),
por cierto un napoleoncito afroamericano, acaso por su historia delirante de
gangsters contra extraterrestres y average
Joes, no lo hagas. Puedes en cambio disfrutar de una producción de Whoopi
Goldberg, o apoyar a nuestro teatro combativo, ya sea asistiendo a un
espectáculo de Las Reinas Chulas o
una pasarela de friquies trasgénero en el LARVA de Guadalajara. El cambio está
en ti.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario