¿En serio creyeron que se había ido? Es Luis de Tavira, idiotas
Desde el principio, la “reestructura” ejecutada
por Luis de Tavira en la Compañía Nacional de Teatro, vino acompañada del
chantaje. Pocos podrán estar en desacuerdo que así como otros creadores, los
actores tienen derecho a un reconocimiento emérito y nosotros y el Estado una
obligación elemental hacia ellos. Así, el modelo de CNT de Luis de Tavira,
centralista, anacrónica y elefantiásica: franquista toda ella, solo se puede
imaginar sostenible porque cubre este vacío de responsabilidad que tenemos con
nuestras glorias de las tablas.
Luis de Tavira, pues, le vendió esta trampa a
la estulticia de nuestra alta burocracia cultural y, de paso, a la pasividad y
el gusto por el melodrama de toda la comunidad teatral: una CNT que no ha
servido para un carajo, como todos sabíamos que sucedería, envuelta en algo parecido
a un Sistema Nacional de Actores Eméritos. Así, el único motivo, hoy por hoy,
para no cerrar la CNT, no está en méritos estéticos ni su efectividad y
eficacia como proyecto cultural, sino en el hecho de no dejar en la calle a
todos los actores eméritos de la misma, que actúan de rehenes involuntarios
—como cualquier rehén— del proyecto personal de Luis de Tavira.
Luis de Tavira sale de la dirección de la CNT.
No solo eso, se retira cumpliendo su ciclo según lo estipulado en las reglas y
procedimientos que él mismo redactó. Se retira entregando las cuentas en orden
y todas sus promesas cumplidas. Luis de Tavira dio ocho años de su vida a la
nación y al teatro y le estamos agradecidos por eso. Al menos es lo que
pretende el copy-paste institucional del comunicado de prensa que todos
celebramos ayer. Si la CNT de Luis de Tavira era una gran mentira envuelta en
una pequeña verdad, este comunicado es una mentira que pretende envolver una mentirota.
Rodolfo Obregón se queja de las cuentas que entrega la CNT, pero esa no es una
mentira nueva: las cuentas nunca dieron. Dar a entender que la salida estaba
planeada y obedece a cumplir procedimientos, cuando Luis de Tavira no respeta
ni el rojo del semáforo, es otra mentira que solo glorifica el barquichuelo
pirata en el que Enrique Olmos se trepó hace un mes para saquear, en intrépido
golpe de mano, la Cartagena de Indias de nuestra República Teatral. En general,
el comunicado miente de cabo a rabo, sabiendo que miente, sabiendo que nadie se
cree semejantes babosadas. Su objetivo es cubrir, pues, la falsa salida del
maestro Luis de Tavira de la dirección de la CNT.
Es Luis de Tavira, idiotas. ¿En serio creen que
va a dejar la CNT? Aun si no fuera Luis de Tavira. La CNT es el sueño de
cualquier persona, no se diga un teatrero. Si yo pudiera convencer al gobierno
de un proyecto así, ya lo habría hecho. Está poca madre: que me mantengan a mí,
a mis exmujeres, a mis hijos y a la mitad de mis amigos trisómicos. Qué más
quiero. Cacahuates, mesero. Todos somos gallos, pero que el gobierno te ponga
el gallinero… solo Luis de Tavira, señores.
Si no me creen, hablamos en tres meses, o el
plazo que indiquen los procedimientos. Hablamos cuando nombren al nuevo
director entre uno de los adeptos a Luis de Tavira o cualquier otra figura
servil para el caso, hablamos cuando se refrende el modelo franquista de la
CNT. Peor aún, si Alejandra Serrano tiene razón y los últimos movimientos le
fallaron a de Tavira, la burocracia hacendaria va a notar herida a la bestia y
va a aprovechar para cortarla de golpe de las sábanas presupuestales. Entonces
sí, agárrense, porque Luis de Tavira, como buen jesuita, ya inventó demonios, y
nos van a cobrar a todos el dejar en la calle a nuestros actores eméritos, y
los ojetes vamos a ser nosotros, pero nunca Luis de Tavira, que fue quien
inventó esta farsa.
Estrambote
Jesuita, franquista y aristotélico. Eso es un
personaje.
Al final no es otra cosa que el reflejo de nuestro sistema político, pero ahora en la escena teatral.
ResponderEliminarLa nota es triste, pero la lectura no puede ser mejor.
Gracias por compartir Luis Enrique.
"El león cree que todos son de su misma condición"
ResponderEliminarCuando únicamente se ven las cosas malas de algo, no hay crítica… hay envidia.
Para realizar una verdadera crítica se debe ver todo, lo bueno, lo malo, lo intermedio.
Como un mero espectador teatral, la verdad es que me ha parecido muy bueno el trabajo de la CNT, he visto muchos de los montajes, algunos muy buenos, otros regulares y otros malos... como todo en la vida, pero eso no me hace decir que el proyecto sea una basura, que esté maleado o que no cumple con lo que una Compañía Nacional debe hacer.
Lamentablemente todo lo que usted escribe de la CNT siempre es con un desprecio al trabajo, que pareciera algo personal y no objetivo.
Creo que todos los creadores mexicanos en algún momento, tuvieron, tienen o quisieran tener el apoyo de las instituciones, y deben tenerlo.
Le pregunto a usted si todos los creadores apoyados se lo merecen o no.
Usted acaba de ser beneficiado con un premio que se otorga en la Jornadas Alarconianas. Seguramente si le hiciera la pregunta, me diría que usted se lo merece por su trayectoria. ¿No es el mismo caso de los actores de la CNT?
Entonces cuando se trata de mí y de mis amigos todo está bien. Pero si se trata de los otros, está mal, porque ellos son los malos…
¿En verdad usted cree que el premio se lo dieron por su trayectoria o porque causó lástima por su enfermedad?
Eso ya se lo había vendido a la anterior administración del CONACULTA, quien le dio el apoyo para el tratamiento, ¿o me equivoco?
“Cuando todo apesta alrededor, el que apesta es uno.”
Espero no me censure por decir aquello que pienso.
No respondo anónimos.
EliminarSomos buenos para criticar pero cuando nos critican nos indignamos.
EliminarHay que ser coherentes. Reciba la critica y responda aunque sea anónimo.
No, Néstor. Si me encanta discutir, pero desde el anonimato puede sostenerse cualquier infamia. Cuando escribo aviento el pellejo por delante. Me gustaría, y mucho, que alguien con nombre y apellido se lanzara a defender a la CNT, o a Luis de Tavira, por ejemplo, que yo creo que tienen cosas defendibles. Disculpa mi arrogancia, pero me parece muy estúpido suponer que discutir con un cobarde sin nombre ni argumentos implica un rasgo de coherencia. Ahora, tampoco discuto con muertos en vigilia, así que no sé ni por qué te respondo. Andaré hoy muy de buenas.
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